HISTORIA DEL QUESO.
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Hasta donde alcanzan los hallazgos arqueológicos solo se pueden ofrecer suposiciones sobre la cuestión de cómo y cuándo surgió el queso.
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Es prácticamente seguro que los primeros quesos aparecieron una vez iniciada la domesticación de los animales en el Neolítico, hace 10.000-12.000 años.
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La cabra y la oveja fueron los primeros en domesticarse y 2.000 años después la vaca.
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Apareció como un hecho tan espontáneo como natural.
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Los griegos se lo atribuyeron a un origen pino (al hijo del Dios Apolo, llamado Aristeo).
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Parece que la observación y curiosidad del hombre fue fundamental en el descubrimiento del queso:
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La primera observación de éste fue ver que la leche tras cierto tiempo se cuajaba.
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La segunda curiosidad fue que la influencia de las temperaturas en este proceso la leche se cuajaba más rápido.
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La tercera, si cuando la leche cuajaba se solidificaba y se vertía el líquido, la cuajada se hacía más consistente y en este estado podía conservarse más tiempo.
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La cuarta, es el descubrimiento el cuajo, enzima digestiva que se extrae del estómago de un cabrito o cordero.
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Existe una leyenda de este descubrimiento, en un pastor de Asia Menor, con el nombre de Kanama, quien guardo la leche ordeñada de su rebaño en un odre -bolsa hecha con los estómagos de los rumiantes- y que, tras cierto tiempo, movimiento nómada y altas temperaturas del desierto, la leche se cuajó, de manera casual, se vio el efecto coagulante que tenían los jugos estomacales en la leche, y posteriormente el hombre busco los medios para provocar dicha transformación.
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Los primeros testimonios gráficos son del siglo tercero antes de nuestra era, en Mesopotamia, a través del friso sumerio de “Ur”, llamado “La Lechería”, dentro del templo de la gran diosa de la vida Ninchursag, este friso describe gráficamente la producción del queso.
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La primera fuente más probable sobre el origen de la palabra “Queso” se remonta a la familia lingüística indoeuropea a la que pertenecen la mayoría de las lenguas europeas, siendo su raíz "*kwat”, que significaba "para fermentar, se agria".
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La palabra “Queso”, proviene del latín “caseus” cuyo significado era “carere suerum” (carece de suero raíz) y que, durante la dominación romana, las diferentes lenguas que se hablaban en el imperio la incorporaron a su vocabulario.
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Las lenguas latinas hispánicas también tomaron de la palabra “caseus” el origen de sus nombres “queso” en español.
